La República Bolivariana de Venezuela informa que, a través de su Misión Permanente ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hizo entrega en el día de hoy de una comunicación oficial dirigida al Secretario General, António Guterres, en la cual se denuncian los más recientes y peligrosos desarrollos de la política de hostigamiento del Gobierno de los Estados Unidos de América contra nuestro país.
El Gobierno venezolano ha dejado claro que estas agresiones, que han venido escalando en los últimos años mediante sanciones ilegales, campañas de descrédito, desconocimiento de las instituciones legítimas de Venezuela y judicialización con fines políticos, han alcanzado en la actualidad un nivel de amenaza sin precedentes con el despliegue militar estadounidense en el Caribe.
Particular alarma ha generado la presencia de destructores y un crucero lanzamisiles, así como el despliegue de un submarino nuclear de ataque rápido, lo que constituye la primera ocasión en la historia en que se introducen activos militares con capacidad nuclear en América Latina y el Caribe.
Esta acción viola abiertamente el Tratado de Tlatelolco, instrumento que estableció la desnuclearización de la región y que obliga también a los Estados Unidos en virtud de los Protocolos I y II de dicho tratado.
Estas operaciones militares constituyen, además, una violación flagrante de la Carta de las Naciones Unidas, en particular de los artículos 2.1 (igualdad soberana de los Estados), 2.3 (solución pacífica de controversias), 2.4 (prohibición de la amenaza o uso de la fuerza) y 2.7 (no intervención en los asuntos internos). Asimismo, desconocen la Proclama de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) de 2014, que declaró a la región como una Zona de Paz.
La introducción de un componente nuclear en el Caribe atenta contra la estabilidad hemisférica, erosiona la confianza en el régimen internacional de no proliferación y desarme, y pone en riesgo la paz y la seguridad internacionales.
La República Bolivariana de Venezuela reitera en este marco su compromiso con el derecho internacional, con la solución pacífica de las controversias y con el respeto a la soberanía de los pueblos.
Al mismo tiempo, insta al Secretario General de la ONU a asumir, en el marco de sus competencias, la defensa activa de los valores y principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas, exhortando al Gobierno de los Estados Unidos de América a cesar sus acciones hostiles y a respetar la soberanía, la integridad territorial y la independencia política de Venezuela.
La historia y los pueblos del mundo no aceptarían la inacción de la comunidad internacional frente a una amenaza de esta magnitud. Venezuela, fiel a su vocación de paz, reafirma que no constituye amenaza para nadie, pero que jamás aceptará la imposición de la fuerza ni la vulneración de sus derechos inalienables.